Los ascensores son elementos esenciales para la movilidad y el confort de las personas que viven o trabajan en edificios con varias plantas. Sin embargo, como cualquier máquina, los ascensores pueden sufrir averías o fallos que afecten a su funcionamiento y seguridad. Por eso, es importante contar con un servicio de mantenimiento y reparación de ascensores profesional y eficaz, que garantice la prevención, la detección y la solución de cualquier problema.
En este artículo te explicamos cuáles son las averías más comunes que pueden afectar a los ascensores, y qué posibles reparaciones se pueden realizar para solucionarlas.
¿Qué averías son más frecuentes en los ascensores?
Los ascensores pueden sufrir diferentes tipos de averías, que dependen del tipo de ascensor (eléctrico o hidráulico), del lugar donde se encuentre (interior o exterior), y del uso que se le dé. Algunas de las averías más frecuentes son:
- Avería por desgaste o rotura de los cables: los cables son los encargados de sostener y mover la cabina mediante el motor. Si los cables se desgastan o se rompen por el uso, la tensión o la corrosión, pueden provocar que el ascensor se quede parado, que se desplome o que se desvíe del recorrido. Para evitarlo, es importante revisar periódicamente el estado y la tensión de los cables, y sustituirlos cuando sea necesario.
- Avería por fallo en el nivelado: el nivelado es el proceso por el cual el ascensor se ajusta a la altura del piso al que llega. Si el nivelado falla por un problema en el sensor, el freno o el aceite, puede provocar que el ascensor quede más alto o más bajo que el piso, lo que dificulta la entrada y salida de los pasajeros, y puede causar tropiezos o caídas. Para evitarlo, es importante calibrar correctamente el sensor, ajustar el freno y controlar la viscosidad del aceite.
- Avería por bloqueo en las puertas: las puertas son las encargadas de permitir el acceso y la salida de los pasajeros al ascensor. Si las puertas se bloquean por un problema en el motor, el circuito o el mecanismo, pueden provocar que el ascensor no se ponga en marcha, que se detenga entre pisos o que quede atrapado algún pasajero. Para evitarlo, es importante limpiar y lubricar las puertas, revisar su funcionamiento y alineación, y reparar o cambiar las piezas defectuosas.
- Avería por falta de suministro eléctrico: el suministro eléctrico es el encargado de proporcionar la energía necesaria para que el ascensor funcione. Si el suministro eléctrico falla por un corte de luz, una sobrecarga o un cortocircuito, puede provocar que el ascensor se quede sin luz, sin ventilación o sin comunicación. Para evitarlo, es importante contar con un sistema de emergencia que active una batería auxiliar, una iluminación alternativa o una alarma.
- Avería por fuga o contaminación del aceite: el aceite es el encargado de transmitir la presión necesaria para mover la cabina en los ascensores hidráulicos. Si el aceite se fuga o se contamina por una rotura, una obstrucción o una suciedad, puede provocar que el ascensor pierda fuerza, que se produzcan manchas o derrames de aceite, o que se genere calor excesivo. Para evitarlo, es importante revisar periódicamente el nivel y la calidad del aceite, y reponerlo o cambiarlo cuando sea necesario.
¿Qué posibles reparaciones se pueden realizar para solucionar las averías de los ascensores?
Las posibles reparaciones que se pueden realizar para solucionar las averías de los ascensores dependen del tipo y la gravedad de la avería, así como del modelo y la antigüedad del ascensor. Algunas de las reparaciones más habituales son:
- Reparación o sustitución de piezas: consiste en reparar o cambiar las piezas dañadas o defectuosas por otras nuevas o en buen estado. Esta reparación puede ser sencilla o compleja, según la accesibilidad y disponibilidad de la pieza. Por ejemplo, reparar o sustituir un cable puede ser más difícil que reparar o sustituir un sensor.
- Limpieza y lubricación: consiste en limpiar y lubricar los componentes mecánicos e hidráulicos del ascensor, para evitar el desgaste, la fricción y el sobrecalentamiento. Esta reparación suele ser preventiva y periódica, para mantener el buen funcionamiento y alargar la vida útil del ascensor.
- Revisión y ajuste: consiste en revisar y ajustar los componentes eléctricos y electrónicos del ascensor, para asegurar la correcta conexión, comunicación y programación. Esta reparación suele ser preventiva y periódica, para evitar fallos, interferencias y cortocircuitos.
- Modernización o sustitución: consiste en modernizar o sustituir el ascensor por uno nuevo o más actualizado, cuando la reparación no es posible o no es rentable. Esta reparación suele ser más costosa y compleja, ya que implica una obra mayor y una modificación estructural del edificio. Sin embargo, también puede suponer una mejora de la seguridad, la eficiencia y la estética del ascensor.
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